Diecinueve Rayas (2009)

En el rostro de la iglesia ortodoxa del test, que se alimenta de los hechos más o menos tangibles, la narrativa tiene la ventaja de que pueden incluir elementos de hecho no fácilmente visible: los deseos, las distintas percepciones, el miedo. Alojados en capas ocultas que también existe incluso quienes niegan que son componentes de la realidad. De la misma manera que la poesía contemporánea ha sido liberado de la rima sin perder su capacidad expresiva, Cuentos agrupados aquí parecen haber abandonado el argumento sin renunciar a describir lúcidamente el mundo en que vivimos. Esto reemplaza la abundancia de personajes, cada uno de los cuales aporta una mirada y su discurso interior como materia prima la descripción. Pero no al modo de la narrativa psicológica, donde el interés para profundizar en el estudio de la naturaleza: en los diez y nueve rayas podemos reconocernos todos con mucha facilidad, porque representan situaciones o roles más que caracteres. Este escrito es más ambicioso: apunta a producir el mundo y su funcionamiento, pero dando la vuelta a la historia tradicional de una manera que los deseos, las distintas percepciones, los miedos, no son elementos complementarios de la realidad, pero en el mismo centro. Creado el mecanismo, sólo es elegir los escenarios, los nodos donde las rayas se cruzan: en la intimidad de una habitación, el asfalto de una calle, en una playa desolada Bahía, en un avión lleno de pasajeros… en todas partes de la suma de las trayectorias de pozos y la riqueza se convierte en una situación banal, extraordinario el sitio habitual. La literatura en el mejor y el más alto sentido de la palabra.