La Vida Celular (2014)

La vida celular, que fluye desde un monólogo corrosivo en varios ritmos, con lentos avances y retrocesos repentinos que acepta el juego técnico de razonamiento de la confusión que buscó y que invita al lector cómplice, construyó la actual de un carácter mediatizado por su pasado, un pasado ligado a la celda a la que él política militó aún joven. Una llamada telefónica permitió a la prehistoria del actor, un desencantado psicólogo y profesor de la Universidad y el’reinsertará en algunos recuerdos que creía olvidados, circunstancia que le permite Miguel Herráez se mueven en este territorio, si aprueba el tardofranquismo, un período que ya ha localizábamos en otros títulos suyos. La novela, a pesar de la explícita y sutil ironía, una ironía y humor tiñe a veces abiertamente que impregna todas las páginas, pretende ir más allá del hecho de contar una historia simple, los intentos para especular sobre las vicisitudes de las ideologías y de energía que les empuja en sus alrededores difuso aquí son fijos con minúscula.