Visita A Un Extraño (2012)

He aquí un hombre de este tiempo, de estos últimos años. Y he aquí su vida, su novela: anotaciones o memorias de una entreplanta de paredes húmedas y libros y discos distribuidos al azar; un terrier de bohemios ecos en una ciudad en la que se recuerda en Madrid, pero que es un montón de otras ciudades: Buenos Aires, San Sebastián, Los Ángeles. Una ciudad en la que este personaje sobrevive gracias a asuntos profesiones: el horóscopo una revisión de las mujeres, el póquer virtual, los comandos de una agencia de publicidad, en el momento que está vinculado a otra serie de personajes a la deriva que concluir con él la posibilidad de vivir en la cultivación de la niñez, de la compañía de los mitos o el siempre reconfortante posibilidad de escapada.Como en una vuelta de tuerca a “El Hombre sin atributos” de Musil, en estas páginas, el desengaño no puede ser totalmente sobre “la gracia de vivir”, la filosofía del diario encuentra verdades hasta en las hortensias o la fotografía y la realidad a menudo se convierte en una caricatura de agradecimiento a ambos el humor que A veces la tristeza.Benjaminiano, quevedesco casi siempre, es decir, barroco y nihilista tanto visita a un extranjero es un libro de iluminaciones sobre la identidad perdida y el mundo descubrió en una casa; un informe sobre la incertidumbre que viene haciéndose un inventario de las muchas certezas que nos acompañan durante la caída, cualquier caída. Y es una novela de extraordinaria clave que le da la torre también a este conocido tema: sexo, drogas y rock and roll.